Esto se debe a que durante décadas, y en muchos casos hace más de un siglo, ha surgido un patrón innegable: el bienestar humano ha estado mejorando notablemente año tras año. Tal como observó recientemente Fraser Nelson, de la revista britanica “The Spectator”: “Estamos viviendo en un período de progreso asombroso en medicina, prosperidad, salud e incluso en lo que concierne a la conquista de la violencia”.
Por lo menos podemos decir sin temor a equivocarnos que los años recientes han sido los mejores en toda la historia. Solo basta ver algunos datos.
La pobreza extrema ha caído por más de la mitad desde 1990 y se ubica ahora en 15% de la población mundial. Los países calificados como los más pobres del mundo en desarrollo han agregado 18 años a su expectativa de vida desde 1960, y la mortalidad infantil en los mismos países ha caído por más de la mitad desde 1990. En su edición actual, la revista médica “The Lancet” documenta un pronunciado declive global de la fatalidad de un sinnúmero de enfermedades durante las últimas dos décadas.
Alrededor del mundo ha incrementado el acceso al agua potable, el alfabetismo, la educación de las mujeres, el consumo de alimentos, la electrificación, y el acceso a la tecnología y a los bienes de consumo. La mortalidad debido al clima extremo –inundaciones, sequías, huracanes, etc.– ha caído en un 90% desde la década de 1920 a pesar de que la población mundial se ha cuadruplicado. Steven Pinker de la Universidad de Harvard documenta cómo la violencia –homicidios, violaciones, las guerras entre estados, etc.– ha descendido en casi todo el mundo para llegar a un punto bajo histórico.
Podríamos citar cientos de indicadores globales más con la misma tendencia. Debe quedar claro que el Perú también ha experimentado este progreso humano: la expectativa de vida peruana ha aumentado de 48 años en 1960 a más de 73 años ahora; la malnutrición afectaba a un 33% de los peruanos en 1991 y a 11% en el 2011; el porcentaje de hogares con teléfono celular aumentó de 12% en el 2003 a 82% en el 2013; un tercio de hogares ahora tiene computadora personal comparado a 7% diez años antes; la mortalidad infantil ha caído en un 89% desde 1960; etc., etc.
Es así que una buena y creciente parte del mundo vive mejor que los reyes o los más ricos de hace cien o más años atrás. La aristocracia podría tener dinero y sirvientes pero muchos se morían temprano por enfermedades, como la viruela, que ya no nos afectan, y no gozaban de las comodidades de la vida moderna como el transporte aéreo, el aire acondicionado o las comunicaciones instantáneas.
No es casualidad que este progreso inédito coincide con un mundo cada vez más globalizado en el que predomina el intercambio voluntario y se premia la innovación. Es un mundo con más libertad económica, política y civil de lo que se había experimentado antes. Nada de esto sugiere que el progreso sea inevitable. La prosperidad también puede coincidir por un tiempo con la barbarie o con las violaciones a los derechos de la gente, tal como ocurrió en la Alemania de los nazis o en la Rusia contemporánea que ahora está entrando en crisis. Por eso es importante tener muy en cuenta la relación entre el progreso y la libertad, en tiempos buenos y en tiempos de adversidad."
p. Ian Vásquez.
p. Ian Vásquez.
MI COMENTARIO:
Al respeto creo que las opiniones anteriores no se alejan de la realidad. Pero me parece que si, hemos mejorado para bien a nivel mundo. Para los optimistas aquí en Perú, también, y desde que abandonamos la época velasquista y pasamos por el trauma terrorismo-superinflacion-fujishock que muchos ya olvidaron, algo ha pasado.
A mi me toco pasar mareas en las que incluso tuve que desarticular mi SA pero al final logre sacarla a flote y cerrarla luego, pero fue, porque la quise . He visto buenos avances en infraestructura en general a nivel país, mega obras, edificaciones, pórticos navales, oleoductos, satélites, etc., etc. pero no veo grandes mejoras en la educación nacional y muy poco en el bolsillo de la gente, o quizá si en estratos algo mas bajos. El hecho que a otros y en casi todo el mundo les haya ido peor en el ultimo decenio, no me reconforta. Hoy el país sin embargo se vislumbra como que salimos de entre los subdesarrollados. Ojala sea pronto para verlo.
Lo dije antes, sino tuviésemos el internet o el cable no nos enterásemos de muchas cosas.
Para los pesimistas y viejos les costó y les cuesta aun la llegada de las TICs y la era de la comunicaciones y del conocimiento, la que casi va quedando atrás porque como todo, tienen un techo aparente, y como vemos, la era de la creatividad que vivimos se acrecienta cada vez más y más. Sino, porque creen que existen tantos millonarios jóvenes y de vida cuasi online por todo el mundo, sobre todo en norteamerica, europa y asia. Los abuelos aquí dirían y dicen algunos por envidia, seguro que es narco.. o, qué habrá hecho pues.. qué habrá hecho. La envidia colectiva es también cuestión de educación.
Como sabemos la mayoría de familias son disfuncionales, los partidos políticos e instituciones sociales se van corrompiendo y desacreditando, pero aquí más ante tanto canibalismo social, lo vemos a diario, y las TICs nos ayudan a develarlo. Algunos ya nos acostumbramos o no nos interesa. No te metas en política dicen, por que apesta. Pero creo que apestan también los conformistas, o lo que teniendo no aportan o los que no son solidarios, .
A nuestra gente no tan joven les cuesta mucho aun adentrarse en lo nuevo y con las nuevas tecnologías y menos por tanto "crear" algo aunque sea un post, pero que sea suyo. Hoy, los niños tienen mayores oportunidades no solo de saber y tener más, sino, de llegar más lejos, de empoderarse mejor, de especializarse o enriquecerse, y además, siendo muy jóvenes.
Como dije, aun la gente no quiere involucrarse del todo con las cosas nuevas, con las nuevas y con las tecnologías, prefiere no arriesgar , no aprender, no atenderse a si mismo, desconfia y hace cola en el banco cuando todos los servicios se pueden automatizar, prefieren comer comida chatarra , usan su smart al 10 %, prefieren ver solo televisión chatarra o atender noticias que solo envenenan el cerebro. Existen pues temores creados, adoptados e infundados, sociales y personales.
Y para saber educativamente cómo estamos, ya a más de uno les he comentado mi envidia por el índice percápita asiático-americano que se manejan fuera y que está en aproximadamente en 2.5 idiomas, 2 teléfonos y 1 blog por individuo. Sin embargo la situación por este lado de la región es otra, es pobre, paupérrima y sufrimos por esa falta de compromiso -sobre todo lamento decirlo- de los profesionales tradicionales, de los que pudiendo hacerlo y sobre todo "liderarlo", no lo hacen.
Si nos hemos de comparar comparemos mejor con lo que son y tienen mas, no al revés, sino seriamos fácilmente ricos. Aprendamos, adoptemos, avancemos. Parece que falta algo de valentía en la persona, de miedo a perder, de no querer aprender más, de no se arriesgarse a nada.. es necesario dejar el conformismo yaa..
En el fondo creo aun nos acompaña el.. sufre peruano sufre. Cambiemos pues, sino cuándo?